El llamado proceso de rebordeado doble es la operación principal durante el cierre de las latas: la tapa y el cuerpo de la lata son plegados entre sí mecánicamente en varios pasos, durante los cuales un total de cinco capas de material deben encajar y unirse con precisión. Esta costura debe ser absolutamente hermética para proteger el producto de la contaminación u oxidación. Para el cliente, el proceso de cierre es un componente central del rendimiento de la línea, ya que es aquí donde se determinan en gran parte los principales parámetros de calidad del producto final.
El mercado lo requiere – y Krones lo ofrece
A esto se suma el elevado esfuerzo mecánico al que están expuestos los componentes debido a la enorme cantidad de ciclos. Por lo tanto, una cerradora de latas no solo debe ser precisa, sino también extremadamente robusta y su mantenimiento debe ser lo más sencillo posible. Además, debe cumplir con mayores requisitos de higiene y limpieza. Estos requisitos no son realmente nuevos y Krones ya los pone en práctica desde 2017 con la serie Modulseam. Krones prefiere esta máquina para integrarla en su bloque de llenadora y cerradora de latas, denominado Modulfill Bloc FS-C, desarrollado por Krones no solo para satisfacer los requisitos existentes del mercado, sino también para generar un mayor valor añadido para sus clientes.